Un ajedrecista argentino juega de visitante en un país imaginario de Europa oriental (podría ser Rusia, por ejemplo). El partido es "palo y palo" y el aliento baja de las tribunas, casi completamente ocupadas por parcialidad local. Pero siempre hay un argentino perdido por ahí, incluso en los países más remotos, alentando a cualquier deportista que represente al país; aunque el deporte sea el ajedrez. El hincha despliega una bandera de "Taragüi presente", el ajedrecista la mira, asocia y dice "mate", lo que desconcierta al rival.
Finalmente hay jaque mate argentino, y el ajedrecista se junta a tomar unos mates con el hincha festejando la ocurrente victoria.
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